¿Cómo funcionan las bombas de calor?

450 % Eficacia

Las bombas de calor aire-agua son un ejemplo fascinante de tecnología moderna, sobre todo si se tiene en cuenta su impresionante eficiencia. Estos sistemas pueden alcanzar una eficiencia de hasta 450 %. A primera vista, esto puede parecer contrario a las leyes de la termodinámica, ya que una eficiencia de más de 100 % parece generar más energía de la que se consume. Sin embargo, se trata de un malentendido. En realidad, la energía no se genera de nuevo, sino que se convierte y transfiere de forma eficiente.

La unidad exterior

El primer paso en el proceso de funcionamiento de una bomba de calor aire-agua comienza con la unidad exterior, situada fuera del edificio. Su función principal es extraer energía térmica del aire exterior, incluso cuando las temperaturas descienden por debajo del punto de congelación. La unidad exterior contiene un refrigerante que permanece líquido a bajas temperaturas, pero que tiene la propiedad única de vaporizarse a estas bajas temperaturas en cuanto absorbe calor del aire ambiente. Este proceso de vaporización es crucial, ya que elimina el calor del aire exterior. Una vez que el refrigerante ha absorbido y vaporizado el calor, éste se transfiere al compresor.

El compresor

El compresor desempeña un papel fundamental en el funcionamiento de la bomba de calor. Aumenta la presión del refrigerante, lo que hace que aumente su temperatura. Este proceso de aumento de la presión y la temperatura es crucial, ya que ahora el refrigerante debe estar lo suficientemente caliente como para transferir el calor al sistema de agua del edificio. El compresor es, por tanto, la pieza central de la bomba de calor, que utiliza la compresión para convertir el calor de baja calidad en calor de alta calidad, que puede utilizarse para la calefacción y la producción de agua caliente.

Gracias a esta eficiente tecnología, las bombas de calor aire-agua ofrecen una alternativa ecológica y rentable a los sistemas de calefacción tradicionales, ya que aprovechan al máximo la energía disponible en el aire exterior y la convierten en calor aprovechable para los edificios.